Se funda la FOA. Huelgas en Buenos Aires y Santa Fe

En 1901, 50 delegados de 35 organizaciones gremiales fundan la Federación Obrera Argentina (FOA). A mediados de ese año hubo en Buenos Aires una gran huelga de panaderos -gremio fundado por Errico Malatesta y Ettore Mattei- reclamándose un peso diario (en vez de la comida en el establecimiento) y el aumento de un hombre por cuadrilla. Durante el conflicto se emplearon el boicot y el sabotaje, lográndose un triunfo total.

El 20 de octubre de ese año, unos doscientos trabajadores de la Refinería Argentina de Azúcar de Rosario esperaban ser recibidos por los propietarios de la empresa para entregarles un “pliego de condiciones” en que se establecía que de no mediar un aumento salarial y la reducción de la jornada laboral irían a la huelga. La medida había sido decidida en una asamblea que dispuso, al mismo tiempo, la creación de un comité de huelga y la elección de una comisión de obreros que tendría a su cargo la entrega del pliego de condiciones, cuya redacción había sido confiada al escritor y periodista Florencio Sánchez.

El jefe político de la ciudad, Octavio Grandoli, se acercó a los trabajadores, ofreciéndose como mediador entre las partes, pero al reconocer a tres figuras del anarquismo entre quienes integraban la comisión de obreros, ordenó su inmediata detención. Los trabajadores protestaron y la policía disparó a mansalva. Uno de los disparos impactó en la nuca de Cosme Budislavich, inmigrante austríaco de 34 años que había llegado al país hacía dos años, matándolo en el acto. Fue la primera víctima de la represión estatal contra el movimiento obrero en la Argentina.

La actitud de la policía anticipó prácticas que con el tiempo se convertirían en habituales. Presentó la muerte como el resultado de un enfrentamiento y dijo que Budislavich era vicepresidente de la Casa del Pueblo. Los testigos presenciales y los anarquistas de la Casa del Pueblo desmintieron ambas versiones. Intentó, al mismo tiempo, evitar que el sepelio adquiriera carácter masivo, reteniendo el cadáver en la morgue varios días y prohibiendo cualquier actividad pública.

La estrategia dio como resultado dos actos multitudinarios. Uno, cuatro días después de la muerte de Budislavich, para acompañar sus restos al cementerio. Otro, al día siguiente del entierro, para repudiar su muerte. Fueron los actos más numerosos registrados hasta entonces en la ciudad. Al acto de repudio asistieron una ocho mil personas, entre las que se contaban las más importantes figuras del socialismo y el anarquismo argentino, con Juan B. Justo, Enrique Dickman, Adrián Patroni y Virginia Bolten. Además, en el lugar estaban los grupos de obreros anarquistas «La venganza será terrible», «Náufragos de la vida», «Las Proletarias», «La Voz de la Mujer», entre otros.

No fue ajeno a la masividad de estos actos el hecho de que se estuvieran por realizar elecciones de gobernador. Los opositores al gobierno denunciaban desde tiempo atrás los métodos violentos del jefe político Grandoli, delegado del gobernador en la ciudad. Toda la prensa opositora condenó al jefe político por la muerte de Budislavich, por impedir que el acto de repudio se hiciera en la plaza San Martín.

Días después, Lisandro de la Torre y Carlos Pellegrini reclamaron ante el Senado de la Nación la intervención de la provincia para garantizar la legalidad del comicio y acabar con la arbitrariedad policial. La muerte de Budislavich estuvo entre los fundamentos principales del pedido de intervención.

Por otra parte, en diciembre de 1901 los pintores de Mar del Plata conquistan la jornada de ocho horas y 50 centavos de aumento en sus jornales.