… El poder en la Patagonia estaba dado por la ecuación: tierra más producción de lana más comercialización más dominio del transporte…
José Menéndez, una figura que se manejó como un verdadero zar patagónico hasta su muerte. Una figura a quien todavía le falta el verdadero biógrafo que descubra un ser hecho de egoísmo, brutalidad, inescrupulosidad e insaciables ansias de riqueza o la figura de un hombre que apostaba al progreso sin importarle lo que iba aplastando a su paso.
Nació en España, en Santo Domingo de Miranda (Asturias) el 2 de noviembre de 1846. Dejó su país en 1860, cuando emprendió un viaje hacia Cuba. En 1866 trabajó en Buenos Aires llevando libros de ferreterías navales. Se casó con María Behety en 1873. Su rumbo cambió definitivamente cuando dos años más tarde viajó a Punta Arenas (Chile) a cobrar una deuda. El deudor era Luis Piedrabuena, propietario del primer negocio instalado en ese lugar, a quien el gobernador le había retirado el permiso para operar como comerciante. Ante la crisis económica que enfrentaba Piedrabuena, Menéndez decidió comprar aquella deuda y hacerse cargo del negocio.
En 1874 se radicó en Punta Arenas con su esposa y sus dos hijos, Alejandro y Josefina. Se vincula entonces con Elías Braun (padre de Mauricio y Sara), José Nogueira (quien se casará más adelante con Sara Braun) y también se asocia con José Montes en un aserradero y un hotel. Comienza así a desarrollar distintas actividades en la patagonia chilena.
La empresa naviera de Punta Arenas, los negocios de artículos navales, gracería y fábrica de conservas, frigoríficos, aserraderos, la mina Loreto (1905), la importación y exportación con Europa, la vastísima cantidad de hectáreas y ganado ovino a uno y otro lado de la frontera y su primacía en el estrecho de Magallanes hasta agosto de 1914 cuando quedara librado el paso marítimo en el canal de Panamá, le valieron el apodo de “el rey de la Patagonia”.
En 1899, cuando se produce el encuentro conocido como el “abrazo del estrecho” entre el presidente argentino, Julio A. Roca, y el chileno, Federico Errázuriz, José Menéndez invita a Roca para que se hospede en su casa y propicia una reunión con Marucio Braun. El presidente Roca va a ofrecerles entonces el arrendamiento o concesión de tierras en la patagonia argentina.
Acusado por José María Borrero en su libro La Patagonia Trágica de diezmar a los habitantes autóctonos de nuestro lejano sur (selknam, yamana), expandió sus posesiones en la Argentina desde la Isla Grande de Tierra del Fuego hasta las tierras continentales.
Integró la fundación de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego en 1893. En 1908 se asoció con su yerno, Mauricio Braun, constituyendo la Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia, más conocida como “La Anónima”, con sede en Punta Arenas.
Falleció en Buenos Aires el 24 de abril de 1918.
La Sociedad Anónima Ganadera y Comercial Menéndez Behety, que llegó a poseer alrededor de 1 millón de hectáreas en los territorios de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, estuvo a cargo de uno de sus hijos, Alejandro Menéndez Behety, quien junto con Mauricio Braun representará los intereses terratenientes durante los episodios de La Patagonia Rebelde.