Pérez Millán Temperley

En la madrugada del 16 de junio de 1923, casi 5 meses después del atentado que le costara la vida al Tte. Cnl. Héctor Varela, Jorge E. Pérez Millán Temperley asesina en la cárcel al alemán anarquista Kurt Wilckens, autor de aquel atentado.

… El complot ha calculado bien los detalles. Su brazo ejecutor será Jorge Ernesto Pérez Millán Temperley, protagonista durante la primera huelga del combate de “El Cerrito” (donde tiene más bien un comportamiento oscuro. Es herido y se rinde de inmediato), joven de familia aristocrática, miembro de la Liga Patriótica Argentina y pariente político lejano del teniente coronel Varela (su hermana estaba casada con el capitán Alberto Giovaneli, hermano de la viuda de aquél).

Pérez Millán sorprendió a Wilckens en su celda y le disparó a quemarropa mientras dormía. Cuando mató a Wilckens tenía 24 años de edad.

Tras el proceso judicial por este crimen, en abril de 1925 fue trasladado al hospicio de la calle Vieytes. Para hacer posible el traslado, el informe médico dirá que “Pérez Millán padece de delirio sistematizado de persecución de los degenerados”. Sus amigos y familiares creen que allí podrá estar más seguro pero el 9 de noviembre de 1925 Esteban Lucich, interno del hospicio, saca una pistola del bolsillo de su chaqueta, apunta a Pérez Millán y le dice: —¡Esto te lo manda Wilckens! – Unas horas más tarde Millán muere.

Conforme la investigación policial, Lucich había sido incitado por el profesor anarquista Boris Wladimirovich… Para los anarquistas era una cuestión de prestigio cobrarse la muerte de Kurt Wilckens. Pero a pesar de los indicios, el juicio contra Wladimirovich no prosperará.